Si ya has cubierto toda tu lista de cosas que ver en Barcelona y estás buscando algo fuera de lo común, hemos elaborado una guía de algunos lugares olvidados de Barcelona… lugares que rezuman historia y una arquitectura impresionante, y tan alejados de las rutas turísticas más frecuentadas que definitivamente no se les podría llamar lugares de interés general. Como todo el mundo sabe, hay un montón de lugares que ver y cosas que hacer en Barcelona, pero si te vas a quedar aquí un tiempo y te gustaría visitar algunos lugares que poca gente conoce, entonces has venido al lugar correcto…
Can Rectoret
Can Rectoret, en el distrito de Vallvidrera que limita con Sarrià-Sant Gervasi, es uno de los pocos lugares de Barcelona que incluso pocos barceloneses conocen bien. Este pabellón modernista rehabilitado, ahora de propiedad privada, es el único edificio que se conserva de los antiguos sanatorios antituberculosos construidos por Joan Rubió i Bellver en 1905. Es el lugar perfecto para visitar una parte de la historia barcelonesa que ninguno de tus amigos ha descubierto antes. Puede que no sea más que un edificio en desuso, pero sólo por las vistas panorámicas que ofrece desde la carretera en la que se encuentra ya merece la pena acercarse.
Carrer de Júpiter 7, 08017 Barcelona
El funicular olvidado de Montjuïc
Si pasas por la calle de la Guardìa Urbana y caminas hasta llegar al Palau Nacional de Montjuïc encontrarás los vestigios del antiguo funicular de la Exposición Internacional de 1929, que antaño estaba lleno de vida pero que con el paso de las décadas se ha convertido en un mero vestigio de lo que fue. El funicular se inauguró a finales de 1928 y se desmanteló tras la Exposición. Aún se puede ver la entrada del funicular desaparecido y su antigua pasarela entre los árboles.
Al final del Carrer de Lleida coincidiendo con el Passeig de Santa Madrona
La Rotonda
Tras una inversión de 70 millones de euros, La Rotonda (también conocida como La Torre Andreu) fue rehabilitada entre 2010-2016 por la inmobiliaria Núñez i Navarro, a pesar de que las obras fueron inicialmente rechazadas por los vecinos por temor a que perdiera su encanto y los elementos históricos que verdaderamente caracterizan a La Rotonda. La empresa adquirió el edificio, de casi 11.000 metros cuadrados, en 1999, y las obras en el templo modernista y la fachada duraron seis años enteros. Obra del arquitecto Adolf Ruiz i Casamitjana, La Rotonda se ha convertido en un símbolo del barrio de Sarrià-Sant Gervasi en el que se encuentra, y durante la primera mitad del siglo XX albergó el Hotel Metropolitan.
Creemos que esta obra arquitectónica catalana, tan bella como infravalorada, se ha ganado a pulso su lugar en esta lista… aunque pronto sea la sede de Nike en Barcelona.
Passeig de Sant Gervasi 51, 08022 Barcelona
Necrópolis del Pla dels Albats
El conjunto del Castillo de Olèrdola es uno de los grandes desconocidos de la provincia de Barcelona. Aunque está un poco alejado de la ciudad, contiene grandes joyas arquitectónicas y arqueológicas dignas de ser visitadas.
Una de sus joyas más destacadas es la Necrópolis del Pla dels Albats, situada en un antiguo barrio extramuros conocido como el Pla dels Albats. Aquí, más de un centenar de tumbas antropomorfas magníficamente conservadas salpican las rocas y el pequeño bosque que ha crecido con el tiempo. Todas las tumbas están excavadas en la piedra y la mayoría pertenecen a pequeños infantes, albats en catalán. Este rincón del Penedés, un poco tenebroso pero espectacular, merece sin duda una visita.
Rambla Castell d’Olèrdola, 08734 Sant Miquel d’Olèrdola, Barcelona
Taller Masriera
El Taller Masriera es un edificio de estilo neoclásico situado en el distrito del Eixample de Barcelona. Fue construido en 1882 por Josep Vilaseca i Casanovas como taller para los hermanos José y Francisco Masriera, pintores y orfebres. Es muy posible que hayas pasado por delante sin darte cuenta, pero no dejes de visitarlo si puedes, es increíble lo que puedes encontrar cuando sabes dónde mirar.
Carrer de Bailèn 70, 08009 Barcelona
Escola Cristiana Abandonada d’Alella
Al norte de Barcelona, en la pequeña localidad de Alella, se encuentra la Escola Cristiana Abandonada d’Alella. En 1890 esta escuela pasó a manos del financiero Antonio Borrell Folch, quien en 1895 encargó al general Guitart i Lostaló la construcción de los elementos más significativos del conjunto de edificios.
A la muerte de Folch en 2001, el edificio fue adaptado para convertirlo en un hotel de lujo, pero con la crisis económica, las obras nunca se terminaron y finalmente el lugar quedó abandonado. A lo largo de los años fue allanado, asaltado y grafiteado en numerosas ocasiones y desde entonces ha sido adquirido por el Ayuntamiento de Alella. Desde entonces no se permite la entrada libre.
Avinguda de Jaume Rius i Fabra, 08328 Alella, Barcelona
Estación abandonada de Vallcarca
Los trenes pasan fugaces y desaparecen por el túnel. Ninguno se detiene en la vieja estación de Vallcarca, escondida al pie de una fábrica de cemento en la Costa de Garraf, entre Barcelona y Tarragona.
A principios del siglo XX, los trabajadores de la colonia industrial de Vallcarca eran los principales usuarios de la estación, pero hoy en día, aquella estación no es más que un cadáver que poco a poco se va cubriendo de cemento. En su interior podrás encontrar numerosos objetos momificados, así como la sensación de no estar solo… ¡visítala si te atreves!
Carretera de les Costes, 0, 08870 Sitges, Barcelona
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