Barcelona, hogar de la segunda red ferroviaria más grande de España, cuenta con uno de los mejores transportes públicos del mundo. Los servicios de metro de Barcelona son un beneficio importante para vivir o visitar la ciudad. Sin embargo, este sinuoso laberinto de túneles contiene más de lo que piensas. Lo que la gente no se da cuenta cuando se sube al tren es que hay 12 estaciones fantasma y varios refugios antiaéreos abandonados que yacen bajo sus pies, debajo de las bulliciosas calles de la ciudad, que han estado completamente deshabitadas, descuidadas y abandonadas durante años.
Estaciones de metro ocultas
En 1924, Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) se propuso iniciar la construcción de lo que se ha convertido en uno de los aspectos más destacados de esta ciudad, y en algo de lo que dependen en gran medida sus residentes y turistas: el metro (originalmente conocido como el “Gran Metro”). La primera línea que se puso en funcionamiento fue desde Lesseps hasta Plaça Catalunya, lo que hoy conocemos como Línea 3.
En las décadas transcurridas desde que se construyeron sus primeras líneas, varias estaciones de metro han ido desapareciendo de los mapas… ¿No te habías dado cuenta? No estás solo; esta anomalía permanece bien oculta al ojo desprevenido, muy por debajo de la superficie de la actividad zumbadora. Estas estaciones, entre ellas la estación de Correos, la estación Gaudí, la estación Travessera y la estación Banco, fueron retiradas debido a cambios y mejoras en el sistema de metro que las dejaron inservibles. Algunas de las estaciones todavía son accesibles desde el exterior, y muchas tienen leyendas espeluznantes…
Si viajas en la Línea 2 o 5, asegúrate de echar un vistazo por la ventana para ver la estación de metro Gaudí. Ubicada cerca de la Sagrada Familia, esta estación se construyó en 1968, pero nunca se abrió para su uso debido a cambios en los planes del metro. Algunos usuarios del metro afirman haber visto misteriosos fantasmas en este andén esperando un tren, y algunos incluso afirman ver la figura del propio Antoni Gaudí.
Refugios antiaéreos
Otra parte oculta e intrigante de Barcelona son sus refugios antiaéreos. Durante la Guerra Civil española, el público en general construyó más de 1.000 refugios como forma de protegerse de los frecuentes bombardeos. Muchos todavía existen hoy en día, y aunque son claramente una parte importante de la historia de Barcelona, a menudo se pasan por alto en favor de atracciones más llamativas, como la Sagrada Familia o el mercado de la Boquería. Si bien no debe perderse estas atracciones destacadas, conocer y visitar los refugios antiaéreos le proporcionará una visión única y auténtica de las pruebas y tribulaciones que enfrentó el pueblo de Barcelona a lo largo de la historia.
Uno de los refugios que se conservan hoy, el Refugio 307, fue construido durante la Guerra Civil, cuando Barcelona fue objeto de bombardeos indiscriminados. El público se vio obligado a aprender a vivir en los refugios para esconderse de los ataques. La mayoría de los refugios están enterrados, pero algunos han sido redescubiertos. El refugio 307 fue excavado en Poble Sec y se puede encontrar en Nou de la Rambla. El refugio contiene 400 metros de túneles, que incluyen un baño, una habitación para niños, una chimenea y una fuente de agua.
¿Intrigado? Las entradas sólo cuestan unos 4 euros, un pequeño precio a pagar para presenciar tanta historia.
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