Cuando piensas en Barcelona, no dudamos de que el senderismo sea quizás una de las últimas cosas que se te venga a la mente, pero te sorprenderá saber que la ciudad ofrece realmente algunas experiencias de senderismo estupendas. Encontrarás una serie de fabulosos caminos que se inician en la ciudad o en sus alrededores, y que combinan la belleza de la naturaleza con elementos de la Barcelona urbana. Déjate guiar por los mejores, ¡tanto si quieres dar un paseo corto y tranquilo como si quieres hacer una caminata desafiante!
La montaña del Tibidabo
Para disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad, sube a la cima de la montaña del Tibidabo. Se trata de una de las 9 colinas más famosas de Barcelona, que se alza en el horizonte de la ciudad. Puede que te llame la atención la famosa iglesia que se encuentra en la cima, ya que se puede ver desde muchas zonas de la ciudad.
Esta montaña también alberga uno de los parques de atracciones más antiguos de la ciudad, el Parc del Tibidabo, que lleva funcionando desde 1905. Si empiezas en la cima de Sarrià, y pasas por la Avenida de Vallvidrera y el Carrer de Santpedor, te encontrarás con una ruta impresionante que sube hasta lo más alto. Sigue las señales e indicaciones que te ayudarán en el camino.
De Barcelona a Sant Cugat
Para una caminata un poco más larga, una buena opción es la que va de Barcelona a Sant Cugat, y comienza en el sendero GR 6 junto al impresionante Parc del Laberint d’Horta. Asegúrate de visitar este parque a lo largo del camino, ¡es precioso y está lleno de laberintos! Esta ruta hacia Sant Cugat revela una impresionante belleza arquitectónica que se remonta al siglo XI. Es un verdadero placer para los amantes de la arqueología. Se tarda unas 3 horas y media y tiene una longitud de 12 km, ¡así que prepara tus botas de montaña!
El Río Besòs
Si subir una montaña no es lo que buscas, quizá esto sea perfecto para ti. El precioso río Besòs discurre por Cataluña, formado por la confluencia de los ríos Mogent y Congost. Nace en la sierra de Collserola y desemboca en el mar Mediterráneo. A lo largo del río encontrarás un sendero, perfecto para caminantes, corredores y ciclistas. El recorrido tiene una duración de unas 2 horas, dependiendo de cómo te lo tomes.
De Vallvidrera a La Floresta
Si te gusta el arte modernista de Barcelona, te encantará el barrio de Vallvidrera. Este barrio alberga algunas casas modernistas y es un gran lugar para comenzar tu caminata. Esta es mucho más corta que la anterior, ya que dura unas 2 horas y sólo tiene 8 km, pero sigue ofreciendo un paisaje increíble. Al adentrarnos en el parque de Vallvidrera encontraremos un precioso pantano, que proporcionaba agua potable al pueblo de Sarrià hasta finales del siglo XIX. Continúa por el sendero GR 96 hasta La Floresta, donde serás recibido con vistas sobre Montserrat a medida que avanzas.
Búnkers del Carmel
Como uno de los mejores miradores de la ciudad, los Búnkers del Carmel son adorados por los lugareños, y sorprenden a muchos turistas. En su día fueron búnkeres de guerra durante la guerra civil, pero ahora permanecen abandonados. Puedes ir andando a los búnkeres desde el centro de la ciudad, lo que te llevará alrededor de una hora y media, o puedes coger el metro hasta Guinardó i Hospital de Sant Pau (¡donde deberías ver el Hospital de Sant Pau si tienes tiempo!), y caminar desde allí. En la cima podrás admirar las vistas panorámicas del horizonte de la impresionante capital catalana, y disfrutar del entretenimiento que encontrarás.
Montjuïc
Aunque es una de las colinas más pequeñas de los alrededores de Barcelona, Montjuïc sigue requiriendo una corta caminata hasta la cima. Hay muchas formas de llegar, y muchas paradas que puede hacer al caminar hasta allí. Prueba a caminar por los Jardins del Grec, empezando por el Poble Sec. Esta ruta te llevará a las escaleras de Laribel hasta el nivel de la fuente de Miró. Si sigues caminando hacia los jardines de Joan Brossa y sigues subiendo te encontrarás con el impresionante castillo de Montjuïc. En la cima encontrarás puestos de comida, restaurantes al aire libre y mucho espacio para descansar. De vuelta a la cima, no dejes de visitar las piscinas olímpicas, donde encontrarás un precioso restaurante con increíbles vistas sobre la ciudad.
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